Alabama demuestra la ofensiva explosiva necesaria para competir por un título nacional
Ubicado en el sótano del estadio Camp Randall en Madison, Wisconsin, el corredor de Alabama, Jam Miller, fue interrumpido por nada menos que Mark Ingram II, ex corredor de los Crimson Tide y ganador del Trofeo Heisman en 2009. Ingram, ahora analista de fútbol universitario en FOX Sports, elogió a Miller por su desempeño en el campo, destacando su touchdown de 34 yardas en el tercer cuarto que contribuyó a la victoria de la SEC sobre la Big Ten en un enfrentamiento no conferencial de alto perfil de la temporada.
Ingram, junto con Ron Dayne, otro ganador del Trofeo Heisman honrado por Wisconsin en el mismo juego, se encontraba entre los dos corredores destacados que presenciaron el enfrentamiento entre dos programas reconocidos por su producción de corredores de élite. Entre Alabama y Wisconsin, han producido 28 selecciones en el Draft de la NFL en la posición de corredor en lo que va del siglo XXI.
La dupla de Miller y el mariscal de campo Jalen Milroe lideraron a los Crimson Tide hacia una victoria contundente sobre los Badgers, demostrando la explosividad necesaria para competir por un campeonato tanto en la SEC como a nivel nacional. Con más de 400 yardas de ofensiva total y seis unidades de touchdown en menos de 3:22, el nuevo entrenador en jefe Kalen DeBoer y el nuevo coordinador ofensivo Nick Sheridan mostraron un ataque letal que impresionó a todos en Wisconsin con una victoria dominante de 42-10.
El regreso de Kadyn Proctor a la línea ofensiva de Alabama permitió que el quinteto preferido se alineara, demostrando una mejora significativa en comparación con su actuación anteriormente penalizada contra South Florida. La protección mejorada para Milroe fue evidente, ya que el mariscal de campo tuvo más tiempo para lanzar y evitó ser capturado en situaciones de presión. La cohesión y el desempeño sólido de la línea ofensiva fueron clave en la victoria de Alabama.
La combinación de jugadas terrestres y aéreas fue esencial para el éxito de Alabama, con Milroe completando 12 de 17 pases para 196 yardas y tres touchdowns, y los corredores promediando 5.3 yardas por acarreo en 34 intentos. La eficiencia en terceras oportunidades fue del 57.1%, evidenciando la capacidad del equipo para mantener drives prolongados y sumar puntos de manera consistente.
DeBoer elogió la actuación de su equipo, destacando la sincronización en el juego ofensivo y resaltando la importancia de construir sobre los aspectos positivos mostrados en el campo. La ofensiva de Alabama demostró ser una fuerza a tener en cuenta en la carrera por un título nacional, desafiando las dudas sobre el equipo debido a los cambios en el cuerpo técnico.
En resumen, Alabama ha demostrado que posee la ofensiva explosiva y la calidad necesaria para competir por un título nacional, estableciendo un estándar alto para el resto de la temporada. Con un enfoque en la eficiencia, la sincronización y el equilibrio entre carrera y pase, los Crimson Tide han sentado las bases para lo que promete ser una temporada emocionante y llena de potencial.