El veterano entrenador de baloncesto Mike Woodson ha revivido una leyenda en la historia del baloncesto universitario al sentarse en una silla que se dice fue lanzada por el legendario entrenador Bob Knight en un memorable enfrentamiento entre Indiana y Purdue. La silla, que ha sido objeto de especulación y misterio durante décadas, ha vuelto a la luz en una sorprendente victoria de Indiana sobre Purdue en el histórico Assembly Hall.
Un tributo a un mentor legendario
En un gesto emotivo para honrar a su difunto mentor, Mike Woodson llegó al Assembly Hall con su propia silla de plástico roja, colocándola junto a las sillas de metal plegables de los Hoosiers y utilizándola durante el juego contra los Boilermakers. Esta acción inusual añadió un nuevo giro a la intriga que rodea a la silla que Knight arrojó en un acto de frustración hace 40 años.
Woodson reveló que ha tenido la silla en su posesión durante un tiempo, compartiendo una historia sobre cómo el entrenador de tenis de Indiana, Scott Greer, se aseguró de que el objeto fuera autografiado por varios miembros del personal de la universidad, incluido el propio Knight. Aunque la veracidad de la historia es difícil de confirmar debido a los fallecimientos de las personas involucradas, la presencia de la silla en el juego evocó recuerdos imborrables para los aficionados de Indiana.
Una demostración de determinación y victoria
El incidente que catapultó la silla de Knight a la fama ocurrió durante un juego contra Purdue, cuando el entrenador expresó su desacuerdo con una decisión arbitral y fue expulsado del partido. En un arrebato de ira, Knight lanzó la silla a través de la cancha, provocando una reacción mixta de la multitud que pasó de la euforia a la consternación.
Aunque el destino final de la silla original sigue siendo un enigma, su presencia en el juego de Indiana contra Purdue inspiró a los Hoosiers a lograr una victoria histórica. Tras un impresionante desempeño en la segunda mitad, Indiana superó un déficit de dos dígitos al inicio del juego y selló una victoria crucial que podría impulsar su participación en el torneo de la NCAA.
Este triunfo no solo representó un hito en la rivalidad entre Indiana y Purdue, sino que también podría marcar el comienzo de una nueva era para los Hoosiers en el baloncesto universitario. Con proyecciones recientes que colocan a IU al borde de la clasificación para el torneo, esta victoria podría ser el impulso definitivo que necesitan para asegurar su lugar en la «Gran Danza» del baloncesto universitario.
La presencia de la silla icónica en el juego, aunque simbólica, demostró ser un factor motivador para los jugadores de Indiana, que se unieron en torno a Woodson después de la victoria. A pesar de no haber arrojado la silla como lo hizo Knight hace 40 años, la decisión de Woodson de sentarse en ella simboliza un homenaje respetuoso a la historia y la tradición del programa de baloncesto de Indiana.
La contribución de la Associated Press a este informe ha añadido una perspectiva única a este evento histórico, que pasará a la posteridad como un momento destacado en la larga rivalidad entre Indiana y Purdue.